...Al otro día, me tope con la gran sorpresa, que justo en el paradero donde esperaba mi autobus, justo ahí estaba el chico ese, el tal Adrian. Con demasiado disimulo, y con muy poca importancia, al cruzar las miradas, solo atinamos a saludarnos con una mueca.
Llegó el autobus, y ambos subimos. No había un solo lugar desocupado, asi es que nos toco ir parados en el pasillo, agarrados del pasamanos del techo. Entre arrancones y frenones, el destino se empeñaba en juntarnos, y lo digo en serio, muy pegaditos. La conversación más grande que tuvimos fue -¿Entras a las 7?- y el respondió -ajá-.
El día transcurrió, y el tal Adrian se me hacía más interesante, aún a sabiendas que a quien le interesaba era a su amigo Leonardo. Ahora ya lo había ubicado, sabía en que salón estaba. Pero aún seguía imaginando, cómo era el dichoso Leonardo al que según traía enamorado.
En eso estaba, recargada tranquilamente en una ventana, cuando llegó mi amigo aquel que le había dado mi e-mail a Leonardo.
-Por cierto, quiero que me presentes al tal Leonardo.- Una gran risa escapó de su cara.
-Y ¿para que?, ese tipo esta loco.-Insisitía riendo.-Además ya lo conoces ¿no?
-No, y quiero saber quien es...-Fue cuando recordé la tarde anterior -De casualidad ¿cómo es él?... No será un chico gûerito, de cabello cafe, lacio un poco largo..-
-Andale, algo así, ¿Cómo sabes?..
Mi impresión no cabía, ¿cómo se había atrevido a mentirme?, ¿por que mentir?¿porque no solo decir que era él y ya?
-¿Cómo se llama?
-Leonardo...
-¿Ese es su nombre completo?
-Adrian Leonardo, creo que ese es su nombre completo.-No definí si sentí enojo o contento.
-Ven vamos, acompañame- Le dije mientras lo tomaba de la mano y saliamos del salón.
-Y ¿a donde?...
-Me lo vas a presentar ahora mismo...
Mi amigo, solo atinó a sonreir y obedecerme, asi es que nos dirigimos justo al salón en donde asistía él a clases, que era precisamente abajo de donde asistía yo.
Ahí estaba él jugando con no se qué entre las manos, recargado quitado de la pena. Fue justo en ese momento, en que alzó su mirada, y se cruzó con la mía. Y al ver que venía acompañada, y de quien, sin pensarlo dos veces, se quizó escabullir entre la gente y meterse a su salón, cuando un grito lo detuvo...
Llegó el autobus, y ambos subimos. No había un solo lugar desocupado, asi es que nos toco ir parados en el pasillo, agarrados del pasamanos del techo. Entre arrancones y frenones, el destino se empeñaba en juntarnos, y lo digo en serio, muy pegaditos. La conversación más grande que tuvimos fue -¿Entras a las 7?- y el respondió -ajá-.
El día transcurrió, y el tal Adrian se me hacía más interesante, aún a sabiendas que a quien le interesaba era a su amigo Leonardo. Ahora ya lo había ubicado, sabía en que salón estaba. Pero aún seguía imaginando, cómo era el dichoso Leonardo al que según traía enamorado.
En eso estaba, recargada tranquilamente en una ventana, cuando llegó mi amigo aquel que le había dado mi e-mail a Leonardo.
-Por cierto, quiero que me presentes al tal Leonardo.- Una gran risa escapó de su cara.
-Y ¿para que?, ese tipo esta loco.-Insisitía riendo.-Además ya lo conoces ¿no?
-No, y quiero saber quien es...-Fue cuando recordé la tarde anterior -De casualidad ¿cómo es él?... No será un chico gûerito, de cabello cafe, lacio un poco largo..-
-Andale, algo así, ¿Cómo sabes?..
Mi impresión no cabía, ¿cómo se había atrevido a mentirme?, ¿por que mentir?¿porque no solo decir que era él y ya?
-¿Cómo se llama?
-Leonardo...
-¿Ese es su nombre completo?
-Adrian Leonardo, creo que ese es su nombre completo.-No definí si sentí enojo o contento.
-Ven vamos, acompañame- Le dije mientras lo tomaba de la mano y saliamos del salón.
-Y ¿a donde?...
-Me lo vas a presentar ahora mismo...
Mi amigo, solo atinó a sonreir y obedecerme, asi es que nos dirigimos justo al salón en donde asistía él a clases, que era precisamente abajo de donde asistía yo.
Ahí estaba él jugando con no se qué entre las manos, recargado quitado de la pena. Fue justo en ese momento, en que alzó su mirada, y se cruzó con la mía. Y al ver que venía acompañada, y de quien, sin pensarlo dos veces, se quizó escabullir entre la gente y meterse a su salón, cuando un grito lo detuvo...
-Esperate Adrian. Ya te vimos..!!!
Su rostro cambió a un color colorado, y una sonrisa nerviosa disfrazada de seriedad atinó a decirnos.
-Hola...¿se conocen?... - A lo que Marvin contestó:
-Por favor, eso ya lo sabias!
Antes de que pasará otra cosa, me adelanté a presentarme:
- Asi es que tu eres Leonardo... Mucho gusto, soy Diana... Y eres también Adrian..??? Adrian Leonardo.
Una gran carcajada salio de su boca... Y el color aumentaba en su rostro.
-Tan solo una broma... Quería saber que pensabas de mí
-De Leonardo...
-Anda, de él... de mí...
Marvin no cabía de tanta risa. Pero el y yo nos entendimos con una mirada...
Su rostro cambió a un color colorado, y una sonrisa nerviosa disfrazada de seriedad atinó a decirnos.
-Hola...¿se conocen?... - A lo que Marvin contestó:
-Por favor, eso ya lo sabias!
Antes de que pasará otra cosa, me adelanté a presentarme:
- Asi es que tu eres Leonardo... Mucho gusto, soy Diana... Y eres también Adrian..??? Adrian Leonardo.
Una gran carcajada salio de su boca... Y el color aumentaba en su rostro.
-Tan solo una broma... Quería saber que pensabas de mí
-De Leonardo...
-Anda, de él... de mí...
Marvin no cabía de tanta risa. Pero el y yo nos entendimos con una mirada...
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