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Este blog esta escrito por una mujer. Cómo toda mujer, del planeta Venus, soñadora y con gran imaginación. Quien solo intenta poner en orden las ideas que como mariposas aletean en su cabeza.

miércoles, mayo 27, 2009

Después de la tormenta...

Primero llegó la obscuridad, cómo si algo estuviera tapando el cielo, allá a lo lejos se lograba ver que en algún lugar resplandecía el sol, pero aquí la obscuridad nos atrapó a todos vorazmente.

Acto seguido con todas sus fuerzas, como si quisiera limpiar completamente este mundo, el viento empezó a soplar, a golpear fuertemente los arboles, las ventanas, el remolino de hojarasca bajaba y a penas rozar el suelo volvia a elevarse. No hacía frío, tampoco calor.

Las campanas de la Iglesia tocaron por primera vez para la misa de 6 de la tarde. El viento, ya no permitía la visión y la obscuridad que se apropiaba más del paisaje le ayudaba. De pronto la luz electrica se fué y cómo si la tierra se hubiese detenido para observar, empezaron a caer, una, dos, tres... aún no contaba 10 gotas, cuando el cielo se vaciaba sobre la tierra, cómo si de repente, alguien hubiera vaciado una cubeta de agua, una gran cubeta de agua, cada vez más rápido, y cada vez con más fuerza. Escasos minutos habían transcurrido, cuando como canicas, pedazos de hielo empezaron a rebotar sobre los techos.

El viento, el agua, el granizo, al unísono nos recordaban que en esta vida no somos más que viajeros, y en este mundo, tan solo somos criaturas indefensas.

Terminaba la misa de seis, y el sol victorioso a lo lejos se alzaba sobre las nubes, mientras un arcoiris enmarcaba el cielo, atravesando las pequeñas gotas de rocio que habían quedado perdidas en el horizonte.

Hermoso, y desastrozo fenomeno de la tarde del 25 de Mayo, aunque no peor de aquel parecido, que ocurrió hace 5 años. No es anuncio del fin del mundo, ni mucho menos. Tan solo -pienso yo- es un recordatorio de que cada uno de nosotros... No somos nada.

3 comentarios:

Henry Salas dijo...

Buena reflexión...

De hecho, lo que mas me gusta de la lluvia es que interrumpe la rutina, nos demuestra lo vulnerables que somos ante cosas tan "sencillas" y "comunes"...

Y bueno, ya me voy, porque ya empezó a llover, y puede ser que se vaya la luz...

Saludos empapados!!!

L.K.M.L dijo...

¡Oh! esto me recuerda bastante a un suceso muy parecido que ocurrió un día de octubre hace ya un par de años allá en mi ciudad. También estábamos en una iglesia, pero no cayó granizo sino una tormenta repentina, súbita, implacable. Creo que nunca olvidaré el sonido tan imponente de los rayos sobre todos por que en una iglesia de techos tan altos todo sonido por pequeño que sea se multiplica por 100. Fue increíble y sí..fue también un atento recordatorio de lo diminuto que somos ante el mundo.

Henry Salas dijo...

... Y bueno, si estas feliz por tu "no maternidad" ( que ya entiendo tus razones a pesar de yo ser un moco :P jejeje ) entonces no queda mas que decirte:

FELICIDADES!!!!... again.

Jajaja un saludototote y gracias por tu comment!



Un regalito precioso de Chío Padilla