El Puente de Metlac

Bueno, ahora que estamos de vacaciones, y cómo con la tecnología todo se puede virtualmente, entonces, los invito a pasar unas vacaciones conociendo mi ciudad y sus alrededores...

En primer lugar, les contaré de mi lugar preferido por excelencia: El puente de Metlac.

Córdoba y Fortín son ciudades conurbadas, que básicamente forman una sola. En la región, las dos ciudades más importantes son Córdoba, y Orizaba, éstas están separadas por una gran barranca:"La barranca del Metlac", y el puente que los úne se le llama igual: El puente del Metlac.

Al fondo de la barranca corre un río, llamado "El corazón". Y existen 3 puentes que en lo alto unen las dos ciudades: El puente de San Miguel, donde pasa la carretera, y dos puentes de vías de tren, uno en uso, y el otro no. Aunque en la región le llamamos Puente de Metlac a cualquiera de los 3.

El puente tiene una altura aproximada de 115 metros. Pero bueno, no les contaré lo que pueden leer en cualquier página de turismo.

De los mejores momentos de mi vida que recuerdo fueron por éstos rumbos. Desde niña, con mi familia pocas veces fuimos al río El Corazón, pero las veces que ibamos era una fiesta total. Más adelante en preparatoria, nos fuimos una vez casi todos los del salón a visitar una amiga que se había accidentado y vivía en una ciudad cerca de Orizaba y muy cerca del puente, así es que decidimos regresar por el puente de la vía, y justo cuando ibamos a la mitad notamos que el ferrocarril se acercaba, no supimos si correr o qué. Pero, pues lo unico que hicimos fue quedarnos quietos y "orillarnos a la orilla". Yo con mi pánico a las alturas, me quedé paralizada. Pero lo bueno de eso fue que el chico que me gustaba iba con nosotros, y eso sirvio para que me abrazara y me volviera al mundo, con un tierno beso.

Luego, en la universidad nos salabamos y nos ibamos a platicar de las ironías de la vida al pie del puente, osea, a la orilla del río. Estando abajo, en el río, se puede subir hasta el puente por un camino conocido como "Los 500 escalones", que precisamente son eso: 500 escalones. -Sinceramente nunca los he subido, ni bajado. Pero lo he experimentado en otro lugar llamado "La Cascada de la pata del elefante" que se encuentra en Orizaba, y en donde también hay 500 escalones... Pero eso es otra historia...

Lo que más me gusta de ese puente, es estar parada ahí, sentir correr el aire a todo lo que dá. Ver hacía bajo y soñar que por un instante puedo volar... y más aún estar allí de noche, y ver hacía abajo un espectáculo de luces y sonidos formado por luciernagas y grillos. Y cuando llueve, poder sentir que no existe nada más en el mundo, que la paz y la tranquilidad del momento... Y unos labios que te besan y te dicen al oído que jamás se irán de ti.