Si de algo me siento orgullosa y contenta son de las tradiciones que año con año se celebran en mi pais. Aunque muchos opinen que estas fechas solo son comerciales y consumistas, a mi, por mi espíritu fiestero... me fascinan.

De mis preferidas, se encuentra el Dia de Muertos: Una tradición muy mexicana con una gama de creencias, fe, color, olor y muy buen sabor.
Remontada a la época prehispanica, donde se creía que los muertos tenían que pasar por varios lugares, antes de llegar a su sitio de descanso; donde, después de algunos años regresaban al mundo de los vivos como aves o flores.
Hoy en día se tiene la creencia que después de que nuestros seres queridos fallecen, en el lugar allá donde están, luego de 3 años se les otorga un permiso para regresar a visitar al mundo de los vivos, quienes aquí los recibimos con alegria y un merecido festín para celebrarles su día.

Según la tradición de mi familia, desde el dia 28 de Octubre - Dia de San Judas Tadeo- los espiritus de nuestros difuntos regresan al mundo de los vivos. No sé bien el orden (y a la abuela ya se le olvidó) pero a partir de este día (28 de Octubre) regresan primero, los que murieron ahogados, al siguiente día, los que murieron quemados, al siguiente, los que murieron asesinados, y el 31 los que se mataron. El 1 de Noviembre llegan los niños difuntos. Esa misma noche se reunen todos, y el día 2 al medio día, regresan de nuevo a su lugar de descanso.
Algunos tienen la creencia que los espiritus o almas regresan en forma de mariposas, las de color claro son niños y las oscuras adultos; en algunos estados de México creen que vuelven convertidos en serpientes o viboras; así que queda prohibido en estas fechas ahuyentarlas o peor aún, matarlas.
Mi abuela -que tengo años sin saber de ella- tiene la costumbre de poner una gran mesa al fondo, de frente a la puerta principal, la adorna con papel picado de colores y banderitas de papel de china insertadas en naranjas; y encima cazuelas de los guisos mas sabrosos que solo ella sabe preparar: una cazuela -una gran cazuela- con mole, tamales de frijol y rancheros, chicharron, y el delicioso dulce de tejocote que tanto me gusta. Pero no crean que esos guisos se quedan ahí los 6 días que nos visitan los difuntos... no! mi abuela se encarga de poner y quitar las 3 comidas diarias, ya que dice que si la comida esta fría no les agradará y se podrían enfadar los difuntos e irse sin probar bocado. Ademas el cambio de comida debe ser rápido, según esto, los difuntos solo saborean lo que esta en el altar y si se tardan en quitar y poner la comida, en el cambio pueden venir los malos espiritus y llevarse la comida que era para nuestros queridos difuntos. (Que cosas no?! osea que ni muertos descansaremos de los mendigos tranzas.. jeje)

Tambien en el altar no puede faltar la cerveza bien fria, la botella de tequila, el cigarrito, y su bandeja de agua y toalla para lavarse las manos. El Café, El pan de muerto y el chocolatito bien caliente. Todo ésto adornado con ramos de Flor de Cempasuchitl y en un ambiente lleno de incienso y copal. Aah! y a punto de incendio con montón de velas y veladoras. También claro, en la habitación no podía haber ni un espejo, ni tampoco algún objeto punzo-cortante como cuchillos o tijeras, ya que los difuntos se podían espantar.

El día que llegan los niños el altar tiene que estar lleno de juguetes y dulces para que los angelitos pasen un rato agradable.

El último día se empaca todo y nos vamos a despedirlos al panteón para que regresen a aquel, su mundo.

De mis preferidas, se encuentra el Dia de Muertos: Una tradición muy mexicana con una gama de creencias, fe, color, olor y muy buen sabor.
Remontada a la época prehispanica, donde se creía que los muertos tenían que pasar por varios lugares, antes de llegar a su sitio de descanso; donde, después de algunos años regresaban al mundo de los vivos como aves o flores.
Hoy en día se tiene la creencia que después de que nuestros seres queridos fallecen, en el lugar allá donde están, luego de 3 años se les otorga un permiso para regresar a visitar al mundo de los vivos, quienes aquí los recibimos con alegria y un merecido festín para celebrarles su día.

Según la tradición de mi familia, desde el dia 28 de Octubre - Dia de San Judas Tadeo- los espiritus de nuestros difuntos regresan al mundo de los vivos. No sé bien el orden (y a la abuela ya se le olvidó) pero a partir de este día (28 de Octubre) regresan primero, los que murieron ahogados, al siguiente día, los que murieron quemados, al siguiente, los que murieron asesinados, y el 31 los que se mataron. El 1 de Noviembre llegan los niños difuntos. Esa misma noche se reunen todos, y el día 2 al medio día, regresan de nuevo a su lugar de descanso.
Algunos tienen la creencia que los espiritus o almas regresan en forma de mariposas, las de color claro son niños y las oscuras adultos; en algunos estados de México creen que vuelven convertidos en serpientes o viboras; así que queda prohibido en estas fechas ahuyentarlas o peor aún, matarlas.
Mi abuela -que tengo años sin saber de ella- tiene la costumbre de poner una gran mesa al fondo, de frente a la puerta principal, la adorna con papel picado de colores y banderitas de papel de china insertadas en naranjas; y encima cazuelas de los guisos mas sabrosos que solo ella sabe preparar: una cazuela -una gran cazuela- con mole, tamales de frijol y rancheros, chicharron, y el delicioso dulce de tejocote que tanto me gusta. Pero no crean que esos guisos se quedan ahí los 6 días que nos visitan los difuntos... no! mi abuela se encarga de poner y quitar las 3 comidas diarias, ya que dice que si la comida esta fría no les agradará y se podrían enfadar los difuntos e irse sin probar bocado. Ademas el cambio de comida debe ser rápido, según esto, los difuntos solo saborean lo que esta en el altar y si se tardan en quitar y poner la comida, en el cambio pueden venir los malos espiritus y llevarse la comida que era para nuestros queridos difuntos. (Que cosas no?! osea que ni muertos descansaremos de los mendigos tranzas.. jeje)

Tambien en el altar no puede faltar la cerveza bien fria, la botella de tequila, el cigarrito, y su bandeja de agua y toalla para lavarse las manos. El Café, El pan de muerto y el chocolatito bien caliente. Todo ésto adornado con ramos de Flor de Cempasuchitl y en un ambiente lleno de incienso y copal. Aah! y a punto de incendio con montón de velas y veladoras. También claro, en la habitación no podía haber ni un espejo, ni tampoco algún objeto punzo-cortante como cuchillos o tijeras, ya que los difuntos se podían espantar.

El día que llegan los niños el altar tiene que estar lleno de juguetes y dulces para que los angelitos pasen un rato agradable.

El último día se empaca todo y nos vamos a despedirlos al panteón para que regresen a aquel, su mundo.
"Hay mentiras tan grandes que matan. Pero hay mentiras tan hermosas que llenan el espiritu de fé." Y creo que esta es una de mis preferidas :D
2 comentarios:
Oye este post me gusto muchísimo, es rico estar orgulloso de lo nuestro, pues acá en Colombia en realidad es un día muy normal, solo salen los niños con sus disfraces a pedir dulces, la tradición mexicana, ya había escuchado algo, pero de seguro si algún día voy a México, pues sera para esta festividad.
un abrazo y que bueno leerte de nuevo
Tienes razon con lo de las mentiras, pero se ve una tradicion bonita, festejar que regresan, no que se fueron, es más divertida que pensar que ya no estás con nosotros.
Bueno me ha encantado esta entrada, asi aprendo cositas de tu pais, aunque algo habia oido, pero que haceis con toda esa comida despues de ponerla en el altar?
Publicar un comentario