Iba en el autobús… éste iba muy lleno. En los asientos delante de mi, iban dos hombres como de 30 años, en el asiento de lado sentada, una chica como de 20; y casi enfrente de mi, dos chavos muy guapos de pie.
Las apariencias engañan… Los hombres de 30 se me hicieron morbosos pues desde que me subí no me quitaron los ojos de encima, y tenían una mirada rara.
A la chica de junto, la sentía nerviosa, temerosa, miraba a todos lados e iba con la cabeza agachada.
Y sin duda, los chicos que iban de pié se me hicieron muy apuestos y hombrecitos.
En eso estaba cuando los hombres empezaron a hablar muy alto, pareciendo importarles poco el que todas las personas del autobús oyeran su platica. Lo más curioso fue cuando puse mejor atención a lo que decían:
Hombre 1: ¿Y vas a ir a la fiesta?
Hombre 2: No sé si me deje ir mi mamá, por que va a ser en “El Escenario” (Un antro de la ciudad)
Hombre 1: ¿Y que? ¿A poco nunca has ido a una disco?
Hombre 2: No, la verdad no… ¡¿tu ya?!
Hombre 1: Sí, fui una vez, y salí de ahí casi a media noche…Fui con mi hermano, pero estuvo bien chido!
En realidad, los muchachos, eran chicos especiales, con algún tipo de retraso… En eso estaba cuando se subió un hombre grande, gordo, moreno, con cierto aire vulgar pues traía a medio abrir la camisa, y en cuanto lo vió la chica de al lado el rostro se le ilumino con una sonrisa. Enseguido ella brincó de su asiento, saludo con un “ardiente” beso al fulano, y le dio su lugar… LE DIO SU LUGAR, ella se quedó parada a su lado, y el fulano se sentó placenteramente, y en tal posición, él sin dudarlo la tomo por la cintura/nalgas.
En eso uno de los chicos guapos, se le ocurrió hacer una llamada por radio, cómo se imaginaran, a volumen que todos los del autobús oyeramos la conversación. Algo más o menos así:
Chico Guapo: Hola, te pasas que me dejaste plantado ehhh!
Del Otro lado del Radio (un hombre): No te dejé plantado, tu te fuiste, y aún teníamos muchas cosas por decir, y hacer ….
Chico Guapo: (risa emocionada) Mmm.. pues de haber sabido me quedo, aquí esta mi amigo también
Del Otro lado del Radio (un hombre): Aaah, el que le presentaste a mi amigo… pues a ver que día salimos los cuatro…
… y los chicos guapos… -ahora me daba cuenta que eran “chicas guapas”- tod@s emocionad@s por el tipo ese del radio con voz gruesa… De hecho una voz de muy macho, para ser lo que era: gay.
En eso estaba cuando de pronto voltee a ver a la chica de junto, que ya iba sentada en las piernas del gordo, y dándose un agasajo… que ay dios!...
Y me quedé pensando… Realmente todos creemos tener problemas, dificultades… llegamos a pensar que cometemos errores y que todos nos señalan, o que nuestra vida está mal; pero en realidad, cada quien vive su vida como le plazca, y a todos los demás poco les interesa, en realidad nada, aunque eso sí todo mundo va a hablar de ti, sobre todo si un día les toca ir sentados a tu lado en el autobús…
Las apariencias engañan… Los hombres de 30 se me hicieron morbosos pues desde que me subí no me quitaron los ojos de encima, y tenían una mirada rara.
A la chica de junto, la sentía nerviosa, temerosa, miraba a todos lados e iba con la cabeza agachada.
Y sin duda, los chicos que iban de pié se me hicieron muy apuestos y hombrecitos.
En eso estaba cuando los hombres empezaron a hablar muy alto, pareciendo importarles poco el que todas las personas del autobús oyeran su platica. Lo más curioso fue cuando puse mejor atención a lo que decían:
Hombre 1: ¿Y vas a ir a la fiesta?
Hombre 2: No sé si me deje ir mi mamá, por que va a ser en “El Escenario” (Un antro de la ciudad)
Hombre 1: ¿Y que? ¿A poco nunca has ido a una disco?
Hombre 2: No, la verdad no… ¡¿tu ya?!
Hombre 1: Sí, fui una vez, y salí de ahí casi a media noche…Fui con mi hermano, pero estuvo bien chido!
En realidad, los muchachos, eran chicos especiales, con algún tipo de retraso… En eso estaba cuando se subió un hombre grande, gordo, moreno, con cierto aire vulgar pues traía a medio abrir la camisa, y en cuanto lo vió la chica de al lado el rostro se le ilumino con una sonrisa. Enseguido ella brincó de su asiento, saludo con un “ardiente” beso al fulano, y le dio su lugar… LE DIO SU LUGAR, ella se quedó parada a su lado, y el fulano se sentó placenteramente, y en tal posición, él sin dudarlo la tomo por la cintura/nalgas.
En eso uno de los chicos guapos, se le ocurrió hacer una llamada por radio, cómo se imaginaran, a volumen que todos los del autobús oyeramos la conversación. Algo más o menos así:
Chico Guapo: Hola, te pasas que me dejaste plantado ehhh!
Del Otro lado del Radio (un hombre): No te dejé plantado, tu te fuiste, y aún teníamos muchas cosas por decir, y hacer ….
Chico Guapo: (risa emocionada) Mmm.. pues de haber sabido me quedo, aquí esta mi amigo también
Del Otro lado del Radio (un hombre): Aaah, el que le presentaste a mi amigo… pues a ver que día salimos los cuatro…
… y los chicos guapos… -ahora me daba cuenta que eran “chicas guapas”- tod@s emocionad@s por el tipo ese del radio con voz gruesa… De hecho una voz de muy macho, para ser lo que era: gay.
En eso estaba cuando de pronto voltee a ver a la chica de junto, que ya iba sentada en las piernas del gordo, y dándose un agasajo… que ay dios!...
Y me quedé pensando… Realmente todos creemos tener problemas, dificultades… llegamos a pensar que cometemos errores y que todos nos señalan, o que nuestra vida está mal; pero en realidad, cada quien vive su vida como le plazca, y a todos los demás poco les interesa, en realidad nada, aunque eso sí todo mundo va a hablar de ti, sobre todo si un día les toca ir sentados a tu lado en el autobús…
PD. Por cierto, ya fuí a ver a mi amiga del post anterior... gracias!
2 comentarios:
Me ha encantado, verdaderamente las apariencias engañan, esa chica demostró que no le importaba como fuese por fuera, simplemente quería al chico, con obesidad o sin ella, los chicos de mirada extraña que resultaron ser personas con dificultades mentales que por como los describías al principio parecían dos pervertidos mirándote extraño... y fíjate, los chicos guapos pueden llegarte a sorprender, no les importó expresarlo a plena vista.
Fíjate, el mundo es pequeño. En un autobus caven todas las anomalías del ser humano, pero para verlo es necesario ser buen observador.
Me alegra lo de tu amiga ¿Y en qué quedó?
Abrazos.
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