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Este blog esta escrito por una mujer. Cómo toda mujer, del planeta Venus, soñadora y con gran imaginación. Quien solo intenta poner en orden las ideas que como mariposas aletean en su cabeza.

lunes, marzo 16, 2009

Alborada

Intento dormir, pero un gallo no deja de cantar, y logra arrebatarme mi ultima hora de sueño junto con mi paciencia. Me levanto de la cama, por más que trato de evitarlo, el ruido del colchón logra despertar a mi madre quien me dá los buenos días. Mi marido aún duerme y al lado de mi hija, pareciera que nisiquiera respiran. Me asomo por la ventana y logro ver a la vecina que saca agua del pozo... Salgo de la casa y advierto el aire frio pero reavivante que mece los arboles.



Es tan maravilloso amanecer aquí. Aquí viví 20 años y pocas veces me detuve a admirar cada detalle de belleza que emerge a la vista. Aquí viví mi feliz infancia, y nunca añore tanto este lugar, como ahora que ya no estoy aquí. Apenas tiene 4 años que me case, y pocas veces he tenido la oportunidad de volver a amanecer en ésta casa. Pero ahora que lo pienso bien, que hermoso es vivir aquí.


El aire como caricias revolotea mi cabello y en el silencio, las hojas de los arboles tocan un vals, se logra escuchar a lo lejos como la música de un bello sueño. Aún no amanece, todo está aún en silencio, y aunque mucha gente ya despertó no acostumbran prender su luz...


La alborada, destellea una claridad que permite la visión como a atraves de un fino velo, en eso estoy cuando un gato apresurado pasa corriendo junto a mis pies regresando a su hogar. Aquí abundan los gatos y todos ellos por las noches realizan mega-festines entre maullidos que no dejan a nadie dormir. Pero todos ellos regresan a sus casas al amanecer.

Si cierro los ojos juraria que escucho el mar, y el golpeteo de las olas cuando se quiebran al chocar una con otra, eso es imposibe puesto que no hay mar a muchisimos kilometros a la redonda, pero cuando cierras los ojos, escuchas ese sonido... Las plantas estan mojadas por el rocio de la noche, y a lo lejos en el cielo empieza a emerger el sol, pero exactamente en frente, alla a lo lejos en el horizonte la luna "re grandota como una pelotota" que guia a los gatos en su regreso va perdiendo su brillo y ocultandose junto con el ultimo lucero de la noche, mientras que el sol en todo su explendor se alza tiñiendo de mil colores las nubes... las que mas se pueden admirar son las moradas y rosadas que parecen algodones...


En breve, del suelo, de las plantas, de los techados, comienza a salir un ligero vapor, llevandose todo el rocío que cayo durante la noche, las gallinas salen de sus nidos y empiezan a buscar comida con sus polluelos rascando entre la tierra, y los colibríes empiezan su recorrido de flor en flor.


Por fín amaneció...




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Un regalito precioso de Chío Padilla