Aún...

Cuando me enamoré de él, definitivamente, no había de que arrepentirse, era apuesto, educado, humilde pero siempre bien vestido, olía delicioso, romantico, tierno, entregado, responsable, trabajador, respetuoso, estudioso... Todo lo que nunca había logrado encontrar en un hombre.

Pasó el tiempo, y conocimos nuestros errores, nuestras fallas, y diferencias. Pero no importó, el amor lo venció todo... ¿o no era realmente amor?

Yo le correspondía de la misma manera, pues daba todo lo mejor de mí. De eso que no quede duda.

Y el tiempo ha pasado; muy poco, siento yo, pero tan arrasante, tan poderosamente fuerte, que hoy a tan solo 8 años, él y yo somos muy diferentes, tan indiferentes el uno del otro.

Creo amarlo, y a ratos... deseo matarlo. Pero creo que es parte del proceso. Cuando iniciamos una nueva relación, todo marcha sobre ruedas, y la vida es rosa... Poco a poco se van descubriendo las faltas, y todo termina por mostrarse tal cual es, y Pooom!!! Es allí cuando se sabe si en verdad ese "amor" lo vencerá todo, o no... Si es en realidad amor, o solo fue un bello espejismo.

-Lo malo es que, si todo era un espejismo, poco tarde es para arrepentirse... la mayoría de las veces...-

Aún así sigo comparandolo y definitivamente sigue siendo mi preferido. Sigo creyendo que es mucho mejor que otros, y que a pesar de todo... todavía me quiere. Pero maldita esa forma de querer de los hombres, donde solo aman para sí, sin exteriorizarlo. O al menos eso creo yo. Pero definitivamente, por mi parte... Aún lo amo.