A mí nadie me puede presumir de tener un amor lindo, de esos que hacen suspirar y te dibujan una sonrisa en la cara, de esos que dejan marcada la mejor historia de amor... O de sufrir una pena de amor, de esas de las que te hacen llorar de rabia, de tristeza, de desengaño, de esas que te hacen cantar a todo pulmón con todo el ardor del mundo. Nadie me podría contar o presumir cómo es eso... Todo eso ya lo viví...
Sólo que hoy descubrí algo: Mi corazón se ha esfumado, decidió largarse y abandonarme, o tal vez sólo se cansó de sentir, de vibrar, se hartó de latir a diferentes ritmos y se quedó dormido, aletargado.
Mi familia dice que estoy enferma, quizá de los nervios, anímica, que me estoy volviendo loca tal vez. Pero yo sé que no.
Sí, es verdad... me he vuelto callada, escucho una canción y me molesta el sonido, no me genera ningún sentimiento, veo las cosas muy objetivamente, de hecho tiendo a criticarlas demasiado objetivamente. No es que este triste o de mal humor. Sólo que ya no tengo qué sentir.
Pero sé que mi corazón, así cómo cayó dormido, un buen día volverá a despertar creándome esas cosquillitas en la panza, ese efecto de sentir el pecho cómo inflado, ese temblor de piernas y el nudo en la garganta. Sé que se cansó. Amó mucho hasta el cansancio, hasta el dolor mismo, hasta la dependencia; también odió, grito con ganas de detestar y con tintes de melancolía, y aunque hoy esté muerto, sé que volverá a vivir.
2 comentarios:
Una deliciosa confesion de un corazon hibernando, excelentes letras, continua escribiendo.
aunque explote mil veces, siempre queda latiendo algo. sigue escribiendo, tal vez sea lo mejor para recuperar tu corazón en huelga.
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